Mi sueño era ser campeón
Lo he logrado sacrificando bastantes cosas
Manuel Garrido Barbosa (Tui, 1988) hizo realidad su sueño de proclamarse campeón del mundo de piragüismo en la modalidad de maratón en C1 en Ponte de Lima. Llegó más fino que nunca, aparcando durante un mes su trabajo en el restaurante que regenta en Tui y haciendo un montón de sacrificios para subir a lo más algo del podio a nivel mundial, algo que ya había hecho en tres ocasiones en categoría sub-23. Ahora, con 33 años, se replantea su futuro y no cierra la puerta a la retirada.
—Apostaba fuerte por el oro y acertó.
—Fue un Mundial inolvidable por cómo sucedió. Llevamos años luchando por un oro en la categoría absoluta después de conseguir tres como sub-23 y de mejor manera, imposible. Sabía que llegaba fuerte, estaba convencido de que podía luchar por el oro, desde el principio aposté por hacer una regata dura y salió perfecta.
—¿Ganó con solvencia?
—No sobrado, porque llegué con un húngaro, pero en lo que son las sensaciones, me noté muy fuerte toda la prueba.
—¿Es la guinda a un gran año?
—Venía de ganar el Campeonato de España de 5.000 metros, el de media maratón y el de maratón y venía de ser segundo en el Europeo, pero este campeonato estaba por encima de todo. Desde el primer día que comenzamos a entrenar en pretemporada, la vista estaba puesta en este Mundial.
—Solo le faltó la cita de Canadá por el covid-19 en el 5.000.
—Viniendo del Europeo de Dinamarca, comencé a encontrarme mal en el aeropuerto y al llegar a casa hice una prueba y, entonces, tomé la decisión de no viajar a Canadá para no perjudicar a nadie.
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